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SC.
DE CNAEO PISONE PATRE Senado Consulto sobre Cn. Pisón Padre ( 10 de diciembre del 20 d. C. ) |
( W. Eck, A. Caballos & F. Fernandez, El Senatus consultum de Cn. Pisone patre, Sevilla, 1996 ). |
SENADOCONSULTO
DE GN(EO) PISON PADRE, EXPUESTO PUBLICAMENTE BAJO EL PROCONSUL N(UMERIO) VIBIO SERENO. |
En
el día cuarto antes de los (sic) idus de diciembre, en el Palatino,
en el pórtico que está junto al templo de Apolo. A la redacción asistieron
M. Valerio Mesalino, hijo de Marco, de la tribu Lemonia, Gayo Ateyo
Sexto Pompeyo, hijo de Sexto, de la tribu Arnense, Marco Pompeyo Prisco,
hijo de Marco, de la tribu Teretina, Gayo Arreno Galo, hijo de Gayo,
de la tribu Galeria, Lucio Nonio Asprenate, hijo de Lucio, de la tribu
Pomptina, cuestor, marco Vinucio, hijo de Publio, de la tribu Poblilia,
cuestor.
En cuanto a la relación de Tiberio César Augusto, hijo del divino Augusto, || pontífice máximo, con potestad tribunicia por vigésimo segunda vez, cónsul por tercera vez, designado por cuarta, hizo al Senado sobre cómo había sido vista la causa de Gneo Pisón padre y si parecía que con razón se había dado muerte, y cómo había sido vista la causa de Plancina, por cuya persona había expuesto antes qué había pedido y por qué motivos, || y qué juzgaba el Senado acerca de Viselio Caro y de Sempronio Baso, camaradas de Gneo Pisón padre, sobre estas cuestiones así juzgaron : El Senado y el pueblo romanos daban gracias, ante todo, a los dioses inmortales, porque no permitieron que, por los criminales designios de Gneo Pisón padre, fuera turbada la tranquilidad del estado actual de la República, cuando mejor no puede desearse y cuyo disfrute acontece por beneficio de nuestro príncipe || ; a continuación, a Tiberio César Augusto, su príncipe, porque proporcionó al Senado abundancia de todo aquello que fue necesario para averiguar la verdad, y cuya equidad y tolerancia también admira el Senado por el siguiente motivo, porque, aunque los crímenes de Gneo Pisón padre fueran evidentísimos y él mismo se hubiese aplicado el castigo, quiso no menos que se viera su causa || y, habiendo llamado a sus hijos, los exhortó a que defendieran la causa de su padre, hasta el punto de que decidió que, incluso el que aún no eran del orden senatorial, fuera introducido con este motivo en el Senado, y dio a ambos la posibilidad de hablar a favor de su padre, de su madre y de Marco Pisón. Y así pues, sustanciándose durante algunos días la causa por los acusadores de Gneo Pisón padre, leídas las cartas, leídas las copias de los memoriales que || Germánico César había escrito personalmente a Gneo Pisón padre, traídos testigos de todo orden, juzgaba (el Senado) que la singular moderación y tolerancia de Germánico César había sido vencida por el brutal comportamiento de Gneo Pisón padre y que, por ello, Germánico César, ya moribundo, de cuya muerte él mismo atestiguó que la causa fue Gneo Pisón padre, no sin razón había renunciado a la amistad de éste, quien –aun cuando debiera haber recordado que había sido asignado como adjunto || a Germánico César, el cual había sido enviado por nuestro príncipe en virtud de la autorización de este orden para arreglar la situación de los asuntos transmarinos, que requerían la presencia o del propio Tiberio César Augusto o de alguno de sus dos hijos, despreciada la majestad de la Augusta Casa, despreciado asimismo el derecho público, pues él, que había sido agregado a un procónsul, y precisamente a un procónsul sobre el que había sido presentada una ley al pueblo para que, a cualquier provincia que llegara, tuviera un imperio mayor || que quien gobernase esa provincia en calidad de procónsul, con tal de que en todo asunto Tiberio César tuviese un imperio mayor que Germánico César- se comportó cuando estuvo en la provincia de Siria como si todo debiera someterse a su arbitrio y potestad, de tal suerte que suscitó, en lo que estuvo en sus manos, la guerra con los armenios y los partos, porque no quiso, de acuerdo con las órdenes de nuestro príncipe y las frecuentes cartas de Germánico César cuando éste estuvo ausente, mantener bien alejado a Vonones, que era sospechoso || al rey de los partos, a fin de que no pudiera escapar a la custodia, lo que hizo, y permitió que ciertos indeseables y audaces de entre los armenios se entrevistasen con vonones, para que por medio de éstos se provocase una revuelta en Armenia y Vonones, matado o expulsado el rey de Armenia, a quien Germánico César, de acuerdo con la voluntad de su padre y del Senado, había dado como rey a este pueblo, la ocupara, || e hizo estas cosas sobornado por los grandes regalos de Vonones ; asimismo intentó provocar una guerra civil, cuando ya desde hacía tiempo todos los males de la guerra civil estaban sepultados gracias al numen del divino Augusto y a las virtudes de Tiberio César Augusto, tratando de ganar de nuevo, después de la muerte de Germánico César, la provincia de Siria, que había dejado en vida de éste con un ánimo y ejemplo pésimos, y por ello los soldados romanos se vieron obligados a luchar entre sí, habiéndosele visto asimismo || una singular crueldad pues, sin haber sido conocida la causa y sin sentencia del Consejo, había llevado al suplicio capital a mucha gente, y no sólo a extranjeros, sino que incluso había crucificado a un centurión, un ciudadano romano ; corrompió la disciplina militar instituida por el divino Augusto y conservada por Tiberio César Augusto, no sólo disculpando a los soldados que no obedecieron, según imponía una costumbre antiquísima, a los que estaban a su frente, sino incluso dándoles || en nombre propio donativos con cargo al fisco de nuestro príncipe, hecho lo cual se alegró de que a unos soldados se les llamara pisonianos y a otros cesarianos, honrando asimismo a quienes, tras la usurpación de tal nombre, le habían prestado obediencia ; (asimismo), tras la muerte de Germánico César, cuyo fallecimiento lloraron no sólo el pueblo romano, sino también gentes extranjeras, osó enviar al óptimo e indulgentísimo padre un memorial en el que lo acusaba, olvidado no || sólo de la veneración y cariño que eran debidos al hijo de un príncipe, sino también de la humanidad, que no permite que los odios se prolonguen más allá de la muerte ; y por estos argumentos se hizo evidente al Senado que se alegró de la muerte de aquél : porque realizó sacrificios sacrílegos, porque estaban engalanadas las naves en las que era transportado, porque reabrió los templos de los dioses inmortales, que la constantísima || piedad de todo el Imperio Romano había cerrado, y fue prueba de esta misma disposición de ánimo el que diera una propina al que anunció la muerte de Germánico, y se ha probado que a menudo celebró banquetes precisamente en aquellos días en los que se le había comunicado la muerte de Germánico César. Estima el Senado que también el numen del divino Augusto fue violado por él, al haber sustraído todo el honor que era debido tanto a su memoria como a las estatuas que, antes de que fuera incluido en || el número de los dioses, le habían sido (erigidas ?). Por estas razones juzga el Senado que no se infligió el castigo debido, sino que incluso se había sustraído a uno mayor, que, como sabía, le amenazaba por el sentido del deber y la severidad de los que le juzgaban. Y así (el Senado), a las penas que él mismo se había impuesto, añade : que por su muerte no se adoptara luto alguno por las mujeres por quienes, según la costumbre de los antepasados, debería ser llorado caso de que este senadoconsulto || no se hubiese promulgado ; así como que las estatuas e imágenes de Gneo Pisón padre, que por doquier habían sido erigidas, fueran derribadas ; que obrarían rectamente y según lo convenido quienes en cualquier momento hubieran pertenecido a la familia Calpurnia o los que estuvieran vinculados con ella por cognación o afinidad, si ponían su empeño en que, caso de que alguien de aquel linaje o de entre los cognados y afines de la familia Calpurnia hubiera muerto || y debiera ser llorado, no fuera conducida la imagen de Gneo Pisón padre entre las demás imágenes con que se acostumbra a celebrar estas exequias fúnebres, ni se incorporara su imagen entre las imágenes de los antepasados de la familia Calpurnia ; y que el nombre de Gneo Pisón padre fuera borrado de la inscripción bajo la estatua de Germánico César, que los sodales Augustales le habían erigido en el Campo (de Marte) junto al altar de la Providencia ; Asimismo acuerda que los curadores con jurisdicción sobre los lugares públicos se ocupasen de que se derribara y demoliera lo que Gneo Pisón padre había empotrado sobre la puerta Fontinal para unir sus casas privadas. En lo referente a la causa de Plancina, a la que muchos y gravísimos crímenes || se habían imputado, puesto que confesaba que tenía depositada toda su esperanza en la misericordia de nuestro príncipe y del Senado, y a menudo y con toda solicitud nuestro príncipe ha pedido de este orden que el Senado, contento con la pena de Gneo Pisón padre, perdonara tanto a su mujer como a su hijo Marco, y ha suplicado por Plancina a ruegos de su madre y ha aceptado los muy justos motivos, expuestos a él por ella, sobre por qué su madre quería que se impetrara el perdón, || el senado opina que hay que votar a favor y complacer tanto a Julia Augusta, de tan óptimos merecimientos ante la República, no sólo por el parto de nuestro príncipe, sino también por los muchos y grandes beneficios dispensados a la gente de cualquier condición, quien, aunque por derecho y mérito gozaba de gran poder en lo que debiera pedir del Senado, hacía un uso muy parco de ello, como a la suma devoción de nuestro príncipe para con su madre, y así acuerda condonar || la pena a Plancina. (Igualmente el Senado) decreta que por el pretor que conduce los procedimientos por la ley de majestad es menester negar el agua y el fuego a Viselio Caro y Sempronio Baso, camaradas de Gneo Pisón padre y socios y ministros de todas sus felonías, y que sus bienes fueran vendidos y (el beneficio) ingresado en el erario por los pretores que se hallaban al frente del erario. Asimismo, puesto que el Senado juzgaba que Tiberio César Augusto, nuestro príncipe, se ha anticipado a la piedad de todo el mundo, || vistas tantas veces las muestras de un dolor tan grande y permanente, por las que también el Senado se ha conmovido vehementemente, le ruega y pide encarecidamente que toda la atención que había repartido en otro tiempo entre sus dos hijos la dirigiera a aquél que le quedaba, y espera el senado que el superviviente fuera para los dioses inmortales de un cuidado un tanto mayor, cuanto más entendieran que toda la esperanza futura || del papel que el padre desempeñaba en bien de la República estaba depositada en uno solo, en cuyo nombre él (Tiberio) debe dar fin a su dolor y restituir a su patria no sólo el ánimo, sino también el semblante que convenía a la felicidad pública. Asimismo el Senado alaba muy especialmente la moderación de Julia Augusta y Druso César, que imitaban la justicia de nuestro príncipe, quienes, como este orden advierte, han mostrado no más piedad hacia Germánico || que equidad en el mantenimiento íntegro de sus juicios mientras se conocía acerca de la causa de Gneo Pisón padre. También de las restantes personas emparentadas con Germánico César, manifiesta (el Senado) particularmente su reconocimiento a Agripina, a la que el recuerdo del divino Augusto, para quien había sido digna de la mayor estima, el de su esposo Germánico, con quien había vivido en una singular concordia, y tantas prendas dadas con el parto felicísimo de los que aún sobrevivían, avalaban ante el Senado ; || y asimismo a Antonia, madre de Germánico César, quien, conocedora de un único matrimonio con Druso, padre de Germánico, se ha mostrado por la santidad de costumbres digna de tan estrecho parentesco con el divino Augusto ; y a Livia, hermana de Germánico César, de la que tenían un óptimo juicio tanto su abuela como su suegro y al mismo tiempo tío paterno, nuestro príncipe, de cuyos juicios podía justificadamente vanagloriarse incluso si ella no hubiese pertenecido a la familia de éstos, y con mayor motivo || una mujer ligada por tan estrechos vínculos ; de éstas (Agripina, Antonia y Livia) el Senado alaba por igual tanto el fidelísimo dolor, como su moderación en el dolor. |
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